La piedra apolillada

7 días, una semana... y muchas palabras caóticas.

Muchas cosas en poco tiempo...un metamundo entero. Ni yo sé como agarrar la cuerda para bajar esa mente tan voluble mia, sueño, sueño, olvido lo que es comer, respirar y vivir.

Debo leer lo sé y lo más irónico es que se trata del teatro del absurdo, absurdo como la situación que vivo... es que la vida, lectores es absurda linda absurda.

Esto es fiel reflejo de aquella mente dispersa que describo, parrafos cortos, temas diferentes, sin cohesión...estudiar literatura no significa tener el poder de crear algo coherente y cohesivo, muy al contrario, pretende lograr un no-escrito.

Pierdo los pasos o la ruta que me lleva (no al polo norte) a lo que podría decirse un ideal. Más bien he provocado mi propio nudo, mi propio luche dibujado en la calle de ese típico pasaje de la infancia. Retroceso, saltito, recoge, avanza, saltito, retrocede, avanza, saltito.

Se respira, se inhala y se piensa claramente... o en blanco. Meditación. Ordenar, hilar la idea y empezar desde el cero que antes mencioné (antes, la primera entrada).
No, nada pinta tan malo como parece. No, nada es tan oscuro como parece. Hay luz, pero has estado de espaldas. Te has dado vuelta, sonries nuevamente y hay paz.

Hay vida.
Si, hay vida.

Sea lo que sea hay vida. Pase lo que pase aún queda lo más fundamental y aquello se encuentra en lo más profundo de nosotros y en lo que nos rodea, llámese alma, absoluto o Dios. Todos son sinónimos en alguna medida. Alma porque es parte de Dios, Absoluto para aquellos que prefieren no decir "Dios" y Dios para aquellos que sí creen en él.

Aplique Carpe Diem.
Y recuerde: Los problemas están en la calle.



Atheus.+